Hay un señor que suele entrar en la oficina de Renacer a última hora, cuando ya han sido atendidas todas las personas y los colaboradores empiezan a despedirse. Es alto, delgado y de movimientos rígidos, con barba y melena descuidadas. Con corbata y gabardina,
Óscar
Un joven indocumentado había dormido en la calle varias noches, hasta que alguien le dirigió a Renacer. Tenía el aspecto y la actitud de la angustia, la desconfianza y el temor, como el que siente en primera persona el abandono
Bonobús para el cole
Una adolescente de 14 años de etnia gitana ,se presentó en Renacer con una necesidad imperiosa, ante al equipo de intervención de Renacer, la muchachita extendió una tarjeta de bonobús y recitó su letanía: “dijo mi madre que te diga
Un apretón de manos
Por la tarde, llegó a nuestras oficinas un señor con una dolencia cardiaca severa, portador de un desfibrilador automático (DAI). La noche anterior había dormido en un cajero y había sufrido una descarga de su DAI. No había comido nada
La joven dominicana
Hace poco vino a Renacer una muchacha dominicana a la que le faltaba un mes para poder solicitar su regularización por arraigo (debe acreditar una estancia ininterrumpida de tres años y poseer una oferta de trabajo). Había encontrado trabajo de
En riesgo de exclusión del suministro de luz
Hace poco entró en las oficinas de Renacer A Coruña una señora, acompañada por su hija, en busca de soluciones. No estaba tensa ni desesperada, aunque en su cara había signos de cansancio acumulado. A pesar de la lluvia y el
Mi testimonio
Animamos a participar en este portal narrando los propios testimonios de todos aquellos que han pasado o siguen recibiendo servicios de la Asociación Renacer, como éste primero que publicamos, remitido por Javier Oldán Rodríguez.